OpenAI produce sus riquezas por medio de la venta de su producto a través de un sistema de suscripciones que ofrece un servicio mejorado a su versión gratis. Esta estrategia afectó a la empresa ya que esta da la oportunidad a que otra compañía, en este caso, DeepSeek, la derribe al ofrecer el mismo servicio, pero ahora gratis.
Sin embargo, empresas como Amazon están exentas de este riesgo, pues lo que ellas ofrecen a través de, por ejemplo, #Alexa, no es uno de estos servicios, no es una mercancía. Alexa sencillamente es un dispositivo creado para ser entrenado por sus consumidores particulares para que esta pueda aprender de ellos (claro, con la cortina de funcionar como asistente virtual) y así, invirtiendo la dinámica, se les pueda vender productos concretos.
Pero atención aquí, lo que se pretende vender no es cualquier producto, sino, los productos ofrecidos a través de #Amazon y, así, tienen la ganancia asegurada.
Entonces, el error de la IA de OpenAI reside en entender como mercancía su producto y no como un sistema de manipulación del comportamiento para producir ganancias a través del espacio dominado por la empresa, como Amazon lo comprende a la perfección
Esto lo explica Varoufakis en más detalle en un video subido recientemente: https://youtu.be/Uidm8AKdhug